STEM + CTE: caminos hacia el éxito que se refuerzan mutuamente

Escrito por:
Angie Mason Smith

Angie es la directora del programa Career Pathways de Washington STEM.

Mi carrera: un zigzag entre STEM y CTE

Comencé a trabajar en el negocio de riego de mi familia en el centro de Oregón cuando era muy joven. Las mañanas se pasaban contando el inventario o armando radios y marcos para líneas de ruedas o rodillos laterales que mueven los sistemas de rociadores. Pasé muchos veranos calurosos en los campos, cavando zanjas e instalando sistemas de riego con mi hermano y arrastrando un remolque de tubería de 40' con mi hermana. A medida que mis padres hicieron crecer el negocio, observé cómo se mantenían al día con la tecnología cambiante y continuaban aprendiendo y creciendo para satisfacer las demandas de la modernización en la industria agrícola.

También era un jugador de voleibol muy dedicado y cada otoño mis compañeros de equipo me preguntaban sobre mi programa de entrenamiento de verano. Mi respuesta fue siempre la misma: “Trabajo manual”. Aunque consideré especializarme en negocios y regresar al negocio familiar, mi amor por el voleibol y el atletismo me llevó en otra dirección. Después de tener a mi hijo en 2014, cambié de carrera a Educación y me convertí en instructora de CTE. Impartí cursos de Administración de Empresas, pero desde una perspectiva deportiva. Los estudiantes se inscribieron en masa para estudiar marketing deportivo y gestión deportiva, y aprendieron conceptos empresariales a través de un mecanismo que les interesó y comprometió. Pronto me uní al Distrito de Servicios Educativos (ESD) regional para ayudar a más maestros de CTE a participar en la industria e innovar programas.

Luego hice un cambio monumental hacia el “otro lado” y me convertí en directora ejecutiva del Central Oregon STEM Hub, donde involucré a socios de la industria, de educación postsecundaria y K-12, y de organizaciones comunitarias. Juntos evaluamos las brechas y creamos experiencias de aprendizaje para inspirar a los estudiantes a convertirse en innovadores y prepararlos para resolver los desafíos del mañana.

Pero espera… ¿no es eso lo que quiere CTE también?

A pesar de este objetivo compartido, comencé a notar una tensión entre CTE y STEM. Solicité una colaboración y alineación más estrecha entre nuestros amigos STEM y CTE. Después de unos años, hice pinball Atrás a CTE, esta vez como Coordinador del Programa Core Plus en el departamento CTE de la Oficina del Superintendente de Instrucción Pública del Estado de Washington.

Y ahora estoy de regreso en STEM, como directora del programa Career Pathways de Washington STEM. Lo más destacado de mi tiempo aquí ha sido ayudar a abordar la tensión entre CTE y STEM al servir en la junta de la Asociación de Administradores Técnicos y Profesionales de Washington (WACTA) y fortalecer las asociaciones y la colaboración a nivel estatal. CTE y STEM solían ser competitivos y conflictivos, pero ahora esta colaboración los tiene trabajando al unísono y apoyándose mutuamente. Mi colega, Margaret Rice, es presidenta de WACTA y directora de CTE del distrito escolar de Washougal. Señaló: “STEM no solo es parte de cada programa CTE, sino que STEM tiene su propio camino en los programas de estudio CTE. Todos los maestros de CTE y ahora los administradores deben tener desarrollo profesional dentro de STEM como parte de su renovación de certificación”.

Es hora de valorar CTE y STEM por igual

Valorar CTE y STEM por igual como trayectorias profesionales viables es el trabajo que hacemos para romper los silos y la competencia entre ellos. Para mi sorpresa, aquí en Washington STEM, en realidad no hablo mucho de STEM; hablamos de caminos bien iluminados para certificados de 1 a 2 años, títulos de 2 y 4 años y/o aprendizajes. Hablo de estudiantes que adquieren “habilidades transferibles” que abren una variedad de puertas.

Estos se relacionan tanto con CTE como con STEM. Por ejemplo, un curso CTE en el campo de la medicina permite explorar carreras (“¿Quiero ser asistente médico o llegar a ser médico?”) mientras se adquieren habilidades, como tomar la historia clínica de un paciente o superar la aprensión con la sangre. . Un estudiante que complete un curso de flebotomía puede conseguir un trabajo muy solicitado, uno que también podría prepararlo para cursos universitarios de premedicina.

Otro ejemplo es Plan de estudios Core Plus Aerospace de Boeing. Desde 2015, ha crecido de 8 a 50 escuelas, y ha enseñado a más de 3000 estudiantes de secundaria las habilidades necesarias para construir aviones. Los graduados que firman con Boeing ganan un promedio de $100,000 en salario y beneficios, y los demás reemplazarán a los Baby boomers jubilados en otras industrias en todo el estado. Y para quienes trabajan en Boeing, es un pie en la puerta que puede conducir a una educación superior adicional en STEM.

Cuando enseñaba cursos CTE, tenía un estudiante al que le ENCANTABA la contabilidad. Estaba tan avanzada más allá del plan de estudios que tuve que crear hojas de cálculo por la noche para que las equilibrara al día siguiente. Un día vino a verme llorando porque sus padres querían que dejara la contabilidad y tomara más cursos de ciencias para poder estudiar pre-medicina en la universidad y convertirse en doctora. Dijeron que habían sacrificado mucho para que ella tuviera éxito y, en su opinión, eso significaba convertirse en médico. Me invitó a tener una conversación difícil con su familia y ayudarlos a ver que podría tener una buena carrera si continuaba en contabilidad. Hablamos sobre los caminos que tenía abiertos y me complace informarles que hoy obtuvo una Licenciatura en Administración de Empresas y trabaja felizmente en el departamento financiero de un hospital de Portland.

Es hora de valorar estas vías de CTE en demanda para que todos los estudiantes, o los adultos de confianza en sus vidas, se den cuenta de que pueden conducir a carreras desafiantes y sostenibles para el hogar.

Decidir quién es “material universitario”

Si bien los padres pueden influir en el camino de un estudiante, las investigaciones han demostrado que la mayoría de los estudiantes obtienen su información de maestros, consejeros profesionales o un adulto de confianza en su escuela. Dependen del apoyo escolar cuando trabajan en su Plan de escuela secundaria y más allá.

Entonces, cuando un adulto de confianza dirige a un estudiante hacia una carrera profesional particular basándose en suposiciones no fundamentadas sobre quién es “material universitario”, esto resulta en resultados desiguales. Nuestro reciente Proyecto de escuela secundaria a postsecundaria proporciona un ejemplo de esto de la escuela secundaria Eisenhower en Yakima, donde los datos mostraron que los estudiantes varones latinos estaban sobrerrepresentados en los cursos CTE relacionados con la agricultura, mientras que los estudiantes blancos estaban sobrerrepresentados en los cursos CTE que conducen a los oficios.

Estos hallazgos reflejan una percepción obsoleta entre los adultos de que los cursos CTE conducen a trabajos manuales y los cursos STEM conducen a trabajos administrativos o títulos avanzados. Con todos los avances tecnológicos en el lugar de trabajo del siglo XXI, este tipo de categorizaciones ya no son relevantes. Tanto CTE como STEM capacitan a los estudiantes para que participen en el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración o el pensamiento de diseño. Ambos responden a los empleadores y a la economía global en general y preparan a los estudiantes para el lugar de trabajo del siglo XXI.

Reconoce y supera tu prejuicio adulto

Al mismo tiempo, estos "adultos de confianza" deben examinar y ser conscientes de sus propios prejuicios relacionados con la raza, el género, la etnia, el origen geográfico o la clase, para no causar daño sin saberlo.

Ahora tengo un gran respeto por los profesores y los orientadores profesionales; yo he sido uno de ellos. Llevo muchos años asesorando a deportistas para que mejoren su rendimiento académico. Pero recuerdo (por doloroso que sea recordarlo) muchas ocasiones en las que mi parcialidad involuntaria influyó en mi forma de aconsejar a los estudiantes. Cuando asumí que un estudiante-atleta no era lo suficientemente inteligente o que no le importaba lo académico, recomendaba clases que podrían brindarle las calificaciones necesarias para seguir siendo elegible para practicar deportes, incluso si no se alineaban con sus aspiraciones académicas reales. . Recuerdo que me sorprendí cuando uno de mis estudiantes de fútbol recibió una admisión anticipada en la Escuela de Negocios Foster de la Universidad de Washington, un programa que es altamente competitivo y difícil de encontrar al salir de la escuela secundaria. Lo recuerdo gritando la sorpresa en mi cara que decía que un jugador de fútbol no podía ser también un académico estelar.

Desde entonces, he llegado a reconocer mis propias anteojeras y trato de corregirlas. Esos prejuicios que mostramos como adultos mientras ayudamos a los estudiantes a recorrer caminos pueden ser increíblemente dañinos y todos tenemos que trabajar para luchar contra los estereotipos y suposiciones y conocer a los estudiantes individuales y sus objetivos profesionales únicos.

Por eso, con mucho cariño hago un llamado a todos los "adultos de confianza" (maestros, consejeros profesionales, administradores) para que examinen cualquier sesgo involuntario. Empieza aqui. Hacerlo puede marcar una gran diferencia para un estudiante que solo necesita que un adulto le pregunte sobre sus aspiraciones y lo anime, para que pueda trazar su propio rumbo, ya sea inscribiéndose en un curso CTE, como un programa de capacitación marítima, o solicitando una admisión anticipada. a una prestigiosa escuela de negocios.

No es fácil examinar los propios prejuicios. Pero si eres capaz de apoyar a estudiantes de una amplia variedad de orígenes a medida que desarrollan confianza académica, dan pasos hacia una meta profesional o educativa y emergen del otro lado como aprendices de por vida, esa es la victoria.