Conozca a Lynne K. Varner, directora ejecutiva de Washington STEM

¿Por qué decidiste unirte a Washington STEM?

He pasado la mayor parte de mi carrera defendiendo a las comunidades desfavorecidas y lo he hecho de varias maneras. Uno fue el periodismo, donde utilicé la fuerza y ​​el poder de la pluma para abogar por el cambio. Veo a Washington STEM como una extensión de ese tipo de promoción porque se trata de señalar sistemas y desafíos que impiden que las personas accedan a las oportunidades. A veces tenemos que crear oportunidades, otras veces es sólo cuestión de eliminar barreras para que los estudiantes puedan tomar clases de crédito dual como AP, para que puedan aprender más sobre el maravilloso mundo de STEM. Siento que Washington STEM es un lugar donde voy a desmantelar algunos sistemas, remodelar otros, pero sobre todo, continuaré con el trabajo de promoción que he estado haciendo todo este tiempo.

¿Qué significa para ti la equidad en la educación y carrera STEM?

En su forma más básica, la equidad significa no sólo que cada estudiante tiene una oportunidad y una elección (“puedo estudiar la carrera que quiera”), sino que la equidad significa que se me dan las herramientas para tomar esa decisión. Cualquiera puede tomar una clase de honores en la escuela secundaria, pero no si tuvo una educación primaria deficiente. Por eso estamos poniendo "dientes" a la equidad.

¿Por qué elegiste tu carrera?

Soy un escritor de toda la vida. He estado escribiendo noticias, primero por diversión en la escuela primaria, luego para periódicos escolares en la universidad. Así es como hablo: a través del mundo escrito. Pero el conocimiento es poder, y quiero brindar a las personas conocimiento e información que les capacite para que puedan tomar decisiones en su mejor interés. Lo que me gusta de Washington STEM es que abordamos los sistemas y estructuras que permiten a las personas avanzar y tener acceso y oportunidades. Pasé a la educación superior porque la educación es la clave para la estabilidad económica, una vida empoderada y comunidades estables; la educación fluye a través de todo eso. Y no se trata sólo de empleos: se trata del aspecto cívico que respalda un vecindario fuerte y una sociedad empática.

¿Puedes contarnos más sobre tu educación y trayectoria profesional?

En la escuela secundaria me obligaron a seguir un curso de secretariado. Yo era un buen estudiante y un buen escritor, según mi profesor de inglés. Pero mis profesores probablemente pensaron: "ella viene de una familia monoparental, probablemente no puede permitírselo, nunca ha hablado de la universidad, así que nos centraremos en los niños que van a ir a la universidad". Lo decepcionante de esto es que esos niños tendían a ser blancos y adinerados.
Pero mi vida me ha demostrado que no apostar por mí es un gran error. En mi último año de secundaria, nunca había pensado en la universidad. Pero un día escuché a algunas animadoras hablar sobre los exámenes SAT; una de ellas era afroamericana. Le pregunté: "¿Qué es eso?" Dijeron: "Es demasiado tarde, es este sábado". Inmediatamente fui a la oficina para registrarme. Afortunadamente, no sabía que existía la preparación para el SAT; probablemente me habría seleccionado por mi cuenta. Pero me fue lo suficientemente bien como para ingresar a la Universidad de Maryland y recibir una ayuda financiera considerable. Eso me encaminó hacia la educación superior y tuve la oportunidad de descubrir qué quería hacer en el futuro.

Desde entonces, he buscado oportunidades para estar siempre en un aula: he realizado becas en Stanford, la Universidad de Columbia y el Instituto Poynter en Florida, un campo de formación para el periodismo. Estas credenciales representan mi sed de aprendizaje: no sólo que estoy preparado para trabajar, sino que tengo curiosidad.

¿Qué te inspira?

Una vez fui a un concierto de Beyoncé con dos jóvenes negras de la escuela secundaria Garfield que querían empezar un periódico. Habrían recibido ayuda si fueran parte de un establecimiento (parte de su periódico escolar o respaldado por la PTA), pero no lo fueron, y esto es el resultado del racismo estructural. Entonces los ayudé a obtener fondos de The Seattle PI y trabajé con ellos durante 4 años. Nos mantenemos en contacto: uno vive en Los Ángeles y trabaja en cine y televisión, el otro es un empresario local. Trabajar con ellos realmente me inspiró porque me permitió ver el impacto.

¿Cuáles son algunas de tus cosas favoritas sobre el estado de Washington?

Este es el estado más verde, frondoso y exuberante que jamás haya existido. Estoy afuera ahora mismo y suena como una jungla; no es inusual ver un mapache o un coyote caminando. Además me gusta que el estilo sea más relajado. Soy de la costa este y cuando vine aquí, me di cuenta de que no es necesario cepillarme el cabello todos los días. Y la primera vez que fui a la ópera y vi a alguien con jeans, pensé: 'Le van a pedir que se vaya', ¡pero no! Aquí no hacemos eso. Está bien ser un individuo: ¡este lugar está lleno de ellos! Siento que el estado de Washington es un lugar que realmente acepta a la gente.

¿Qué es algo tuyo que la gente no puede encontrar en Internet?

Me encanta hornear y cocinar, no con fines comerciales ni para entretener, sino para comer. Me encantaría viajar y tomar clases de cocina en otros países, para poder aprender sobre las especias. Cuando estaba en la Universidad Estatal de Washington (WSU), visité esta bóveda llamada Laboratorio de Pan en el Centro de Investigación Mount Vernon de WSU, donde almacenan granos, algunos del siglo XVI. ¡Imagínese cultivar cereales para obtener el mismo tipo de pan horneado por los monjes trapenses! Me encanta que la comida cierre el círculo: cultivamos las mismas cosas que la gente cultivaba hace siglos.